Los activos digitales son aquellos elementos intangibles que, como su nombre los indica, son digitales. Forman parte del patrimonio organizacional y por naturaleza generan valor monetario. Este valor está relacionado con el provecho que la organización les da a estos activos.

Los activos digitales son importantes tanto para el crecimiento económico de una empresa, como para que esta misma tenga una mayor conectividad con su audiencia.

 Existen varias formas de clasificar estos activos, entre ellas encontramos las siguientes:

ACTIVOS PROPIOS: Son aquellos activos digitales que son creados por la marca y sobre los cuales tiene control. Por lo general, son los que permiten la interacción o comunicación directa con todos los clientes o prospectos. Estos activos pueden ser la página web o aplicación móvil de tu empresa, así como el contenido de valor producido para sus perfiles en redes sociales y otros canales de relevancia. Ese contenido engloba artículos, diseños y material audiovisual.

ACTIVOS DE TERCEROS: Estos son los activos que, si bien no son propiedad de la marca, son de uso frecuente para la ejecución de su estrategia digital o necesarios para su actividad comercial. Cabe resaltar que no se tiene un control absoluto sobre ellos, pero ofrecen muchas libertades.

 • ACTIVOS CREADOS POR LOS USUARIOS: También son activos digitales creados por terceros, pero en este caso, por la comunidad de cibernautas. El control que se tiene sobre ellos es muy poco o ninguno.

SEGÚN SU PRECIO DE MERCADO: Pueden tener un precio de mercado fijo, que se trata de activos que se comercializan hacia un público general con un valor establecido, o pueden no tener un precio de mercado fijo, que se trata de activos que por sus características su precio tiende a ser fluctuante

SEGÚN SU DESFASE TECNOLÓGICO: Si no cuentan con un desfase tecnológico, quiere decir que son activos que no necesitan actualizarse constantemente, o pueden contar con desfase tecnológico, que por sus características deben ser actualizados constantemente.